
Cerrando el año 2023, el transporte público en la zona metropolitana de Querétaro se erige como un desafío constante para las administraciones estatales; un viaje entre los intentos previos y las acciones emprendidas por el actual gobierno de Mauricio Kuri para mejorar un servicio que ha sido objeto de promesas incumplidas.
En retrospectiva, la gestión del priista José Calzada Rovirosa introdujo la denominada RedQ, marcada por la pintura roja de los camiones y el cobro mediante tarjeta, un sistema que resultó ser un fracaso. Posteriormente, en la administración del panista Francisco Domínguez, se adquirieron camiones chinos y se implementaron las líneas troncales bajo el nombre de Qrobús, otra iniciativa que no alcanzó el éxito esperado.
Mauricio Kuri, quien en campaña prometió resolver los problemas del transporte público, ha tomado medidas en el 2023 para enfrentar este desafío. Una de las decisiones más destacadas fue el cambio en la dirección del instituto, pasando de un burócrata a un político, Gerardo Cuanalo, sin experiencia previa en movilidad, pero respaldado por el Congreso.
El gobierno estatal impulsó una nueva ley de movilidad que le otorga la facultad de retirar más de 700 concesiones a la empresa Móvil Qrobús, asumiendo así el control financiero del servicio. Además, se ha iniciado un proceso de transición de los camiones chinos a vehículos alemanes de la marca Mercedes-Benz, con la adquisición de 400 nuevos autobuses, financiados en parte por una deuda autorizada por el Congreso.
Sin embargo, el comienzo del nuevo servicio ha enfrentado desafíos considerables. La implementación del pago único mediante tarjeta ha generado inconformidades, y se han registrado accidentes y tragedias, incluyendo pérdidas humanas. La dificultad para contratar mujeres operadoras y la crítica del Observatorio Ciudadano de Movilidad también han marcado el proceso.