En un contundente operativo coordinado entre la Fiscalía General de la República (FGR) y otras fuerzas de seguridad, se asestó un significativo golpe a las estructuras del Cártel de Sinaloa. Las acciones, llevadas a cabo en los estados fronterizos de Sinaloa y Sonora, resultaron en el aseguramiento de aproximadamente 120 mil litros de diversas sustancias químicas esenciales para la producción de drogas sintéticas, así como un importante arsenal de armas de fuego.
Este operativo representa un avance considerable en la lucha contra el narcotráfico en la región, impactando directamente la capacidad operativa del Cártel de Sinaloa, una de las organizaciones criminales más poderosas de México. La incautación de los precursores químicos limita su habilidad para producir drogas como el fentanilo y la metanfetamina, mientras que el decomiso de armamento reduce su poder de fuego y capacidad de confrontación.
Aunque la FGR no ha proporcionado detalles específicos sobre las ubicaciones exactas de los aseguramientos ni si hubo personas detenidas durante las acciones, la magnitud del decomiso de sustancias químicas y armas habla de la importancia de este operativo. Este tipo de acciones son cruciales para debilitar las finanzas y la infraestructura de los grupos delictivos que operan en la zona.
Este golpe se suma a otras recientes acciones de las autoridades federales en contra del Cártel de Sinaloa y otras organizaciones criminales, demostrando una continuidad en la estrategia de combate al narcotráfico en el país. La colaboración entre diferentes instancias de seguridad es fundamental para lograr estos resultados y desmantelar las complejas redes del crimen organizado.