La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, ha fijado una ambiciosa meta para el sector energético: reducir la deuda de Petróleos Mexicanos (Pemex) a 77 mil millones de dólares para el cierre de 2030. Durante su conferencia matutina, Sheinbaum calificó la actual situación financiera de la petrolera como una «herencia del periodo neoliberal» y del aumento de importaciones de combustibles.
Según los datos presentados por la mandataria, la deuda de Pemex, que alcanzó un pico de 122 mil millones de dólares, fue reducida por su predecesor, Andrés Manuel López Obrador, hasta los 90 mil millones de dólares. Con esta nueva administración, la proyección es cerrar 2025 con 88.8 mil millones de dólares y alcanzar la meta final de 77.3 mil millones al término de su sexenio.
Sheinbaum también resaltó los avances en la producción de fertilizantes y petroquímica, y anunció el reinicio de operaciones de una planta que llevaba años parada, con planes de invertir para que opere a su máxima capacidad. Estas acciones, junto con proyectos de expansión en la red nacional de transmisión de energía de la CFE, forman parte de su plan para fortalecer la soberanía energética del país.
La presidenta enfatizó que estas estrategias tienen como objetivo garantizar la autosuficiencia en la producción de gas, fortalecer la red eléctrica y reducir la pobreza energética en diversas comunidades del país.