El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha presentado una acusación formal contra Naasón Joaquín García, líder de la iglesia La Luz del Mundo, y cinco de sus allegados. Los cargos son de crimen organizado, tráfico sexual y explotación infantil. Según las autoridades, los acusados operaron una red delictiva que se aprovechó de la estructura religiosa de la iglesia para cometer estos crímenes durante décadas.
Los Acusados y sus Cargos
La acusación, presentada por la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York, identifica a los siguientes individuos como parte de una organización criminal llamada “Empresa Joaquín LLDM”:
- Naasón Joaquín García: Fue arrestado en California y podría enfrentar una cadena perpetua.
- Eva García de Joaquín: Detenida en Los Ángeles, también enfrenta la posibilidad de cadena perpetua.
- Joram Núñez Joaquín: Capturado cerca de Chicago, enfrenta una posible condena de hasta 20 años de prisión.
- Rosa Sosa, Azalia Rangel García y Silem García Peña: Permanecen en libertad y se cree que están en México. Estados Unidos solicitará su extradición para que enfrenten los cargos.
La acusación detalla que la red criminal operaba en Estados Unidos, México y otros países, y que una de sus actividades era la producción y distribución de material de abuso sexual infantil.
Modus Operandi y Abuso de la Fe
Según los documentos judiciales, el líder de la iglesia y sus cómplices inculcaron a los feligreses la idea de que la obediencia absoluta a Naasón Joaquín era necesaria para evitar la condena eterna. Este control y manipulación de la fe les habría permitido seleccionar y preparar a adolescentes y mujeres para ser víctimas de abuso sexual, bajo el pretexto de actividades religiosas. Se acusa a los cómplices de producir imágenes y videos de los abusos por orden de García y de destruir pruebas para evitar la justicia.
Además, la investigación reveló que los acusados presuntamente desviaron donaciones y diezmos de los feligreses para financiar un estilo de vida opulento, viajes de lujo y la compra de artículos para encubrir sus delitos.
La Respuesta de las Autoridades
El fiscal federal Jay Clayton afirmó que los acusados se “aprovecharon de la fe de sus seguidores para abusar de ellos” y que recurrieron a su poder e influencia para silenciar a las víctimas. El agente especial Ricky J. Patel señaló que la investigación, que se extendió por varios años, representa el fin de un ciclo de victimización. Por su parte, el agente especial Harry T. Chavis, Jr. describió la organización como un “imperio criminal” oculto tras la fachada de una iglesia, dedicado a la trata de personas, pornografía infantil y operaciones financieras ilícitas.
