Estados Unidos ha ordenado el despliegue de 10 aviones de combate F-35 en un aeródromo de Puerto Rico con el supuesto objetivo de reforzar las operaciones contra los cárteles de la droga. Esta medida se toma después de que el Pentágono denunciara un supuesto acercamiento “peligroso” de dos aviones militares venezolanos a un buque estadounidense.
Contexto y Acusaciones
El despliegue de los cazas F-35 se suma a una ya considerable presencia militar estadounidense en el Caribe Sur, que incluye siete buques de guerra, un submarino y más de 4,500 marineros.
Este aumento de la presión militar ocurre tres días después de que fuerzas estadounidenses atacaran un barco que, según el gobierno de Trump, transportaba «cantidades masivas de drogas» desde Venezuela. El ataque resultó en la muerte de 11 personas en aguas internacionales.
El secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, ha calificado al presidente venezolano, Nicolás Maduro, como “el cabecilla de un narcoestado”. Por su parte, Maduro ha acusado a Estados Unidos de buscar un cambio de régimen a través de la amenaza militar.
