Lamine Yamal, la joven promesa del fútbol español y del FC Barcelona, protagonizó un curioso incidente el pasado 6 de septiembre, al extraviar su pasaporte en el Konya Buyuksehir Stadium de Turquía, horas después de que la selección española goleara a la local por 6-0 en las eliminatorias rumbo al Mundial 2026.
Tras una destacada actuación en el campo, donde contribuyó con dos asistencias, el jugador se percató de la pérdida de su documento mientras se preparaba para abandonar el estadio con sus compañeros. A pesar de su preocupación, el equipo retrasó su salida mientras la Real Federación Española de Fútbol (RFEF)gestionaba la situación. Finalmente, gracias a una rápida intervención diplomática, Yamal pudo regresar a España con un salvoconducto temporal.
Un ascenso meteórico
Este incidente es solo un pequeño capítulo en la fulgurante carrera de Lamine Yamal Nasraoui Ebana, nacido el 13 de julio de 2007. Hijo de madre ecuatoguineana y padre marroquí, Yamal ha sido un símbolo de la nueva generación del fútbol español desde que ingresó a La Masía del FC Barcelona a los siete años.
Desde su debut con el primer equipo a los 15 años, ha roto numerosos récords: es el jugador más joven en disputar un partido oficial con el club, en marcar en un Clásico, en debutar y asistir en una Eurocopa, y en anotar con la selección absoluta. Su talento fue clave en la reciente victoria de España en la Eurocopa 2024, y ha sido reconocido con el Trofeo Kopa y el Golden Boy al mejor futbolista joven del mundo.
Con un contrato de cinco años y una cláusula de rescisión de más de mil millones de dólares, Yamal se ha consolidado como uno de los jugadores más valiosos del FC Barcelona. A pesar de los desafíos y las polémicas que ha enfrentado, el joven futbolista ha demostrado una gran madurez, lo que lo convierte en un referente del presente y el futuro del fútbol.