Un capítulo inolvidable en la historia del fútbol se escribió esta noche en el Estadio Monumental, donde Lionel Messi se despidió de la afición argentina en su último partido oficial con la selección. El astro de 38 años fue la gran figura en la victoria de la Albiceleste 3-0 sobre Venezuela, marcando un doblete y mostrando su emoción hasta las lágrimas.
Una Noche de Emoción y Admiración
Desde su llegada al estadio junto a sus tres hijos, la devoción de las 85 mil almas presentes fue evidente. La emoción de Messi fue tal que, al pisar el césped para el calentamiento, no pudo contener las lágrimas. Durante el himno nacional, abrazado a sus hijos, se le vio conmovido ante el canto ensordecedor de los aficionados.
Messi no decepcionó en su despedida. Con un doblete, en el que se vio la generosidad de sus compañeros, demostró por qué es considerado uno de los mejores de la historia. El público coreó su nombre y le dedicó cánticos, en una ovación que se prolongó hasta después del pitido final, con fuegos artificiales y los abrazos de sus compañeros.
El partido, disputado por la penúltima fecha de las eliminatorias sudamericanas rumbo al Mundial 2026, fue el escenario perfecto para un cierre soñado en su carrera en casa.
