BBVA prevé recortes drásticos en infraestructura pública para 2026, con una contracción del 4.5% en el sector, priorizando austeridad fiscal sobre megaproyectos.
El Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) emite una alerta económica que sacude el panorama presupuestal de México: no hay margen para nuevas inversiones en obras públicas durante el actual sexenio, culminando en recortes significativos para 2026. En su informe trimestral «Situación Inmobiliaria» presentado el 9 de octubre de 2025, el banco proyecta una reducción del 4.5% en el mercado hipotecario y una contracción general en infraestructura, atribuida a la priorización de la estabilidad fiscal ante una deuda externa que supera los 600 mil millones de dólares y presiones inflacionarias persistentes del 3.8%. Analistas como Eduardo Serrano, director de estudios económicos de BBVA México, enfatizan que el gobierno federal reasignará fondos hacia mantenimiento básico en lugar de expansiones, impactando carreteras, aeropuertos y sistemas de agua en estados clave.
Hay que limitar las ambiciones
Esta contracción podría frenar el PIB en 0.5 puntos porcentuales, según estimaciones del INEGI, afectando empleo en construcción que ya cayó 2% en el primer semestre. Economistas independientes como Jonathan Heath coinciden: la austeridad post-pandemia y elecciones intermedias limitan ambiciones. Oportunidades emergen en el sector privado, como energías renovables y tech, donde IED podría compensar con 35 mil millones de dólares proyectados. El gobierno responde con eficiencia: el Paquete Económico 2026 enfatiza digitalización de trámites para ahorrar 100 mil millones de pesos. Para inversionistas, este escenario subraya diversificación.
