La FIFA evalúa un cambio radical en el calendario del Mundial de Fútbol a partir de la edición 2034, que se disputará en Arabia Saudita. Bajo la dirección del presidente Gianni Infantino, se considera mover los torneos a meses más fríos como octubre o marzo para evitar el calor extremo del verano, tal como ocurrió en Qatar 2022. Esta propuesta surge en medio de debates sobre el impacto climático, religioso y logístico, y podría incluso adelantar el evento saudí a principios de 2035.
Puntos clave de la posible modificación de fechas del Mundial 2034:
Motivación por el calor en Arabia Saudita: Las temperaturas veraniegas superan los 43°C, haciendo inviable jugar en junio-julio. La FIFA ya evalúa trasladar el torneo a enero 2035 o a octubre 2034 para mitigar riesgos de salud y logísticos.
Precedente de Qatar 2022: El Mundial se jugó en noviembre-diciembre para evadir el calor, extendiendo temporadas de clubes y estableciendo un modelo para sedes en regiones cálidas.
Conflicto con el Ramadán: En 2034, el mes sagrado coincide con noviembre-diciembre, complicando la programación por restricciones culturales y religiosas en Arabia Saudita.
Impacto en calendarios globales: Cualquier ajuste requerirá pausar ligas y competiciones de clubes, con posibles extensiones de temporadas. Infantino enfatiza la necesidad de un análisis detallado para equilibrar selecciones nacionales y clubes.
Análisis a largo plazo: La propuesta busca un precedente global, considerando incluso la ampliación a 64 equipos y factores como el Hajj (febrero-marzo 2034). Se espera una decisión en los próximos meses.
Esta iniciativa refleja la adaptación de la FIFA al cambio climático y a realidades culturales, pero genera controversia por su efecto en el ecosistema futbolístico mundial.
