La Fiscalía General de Justicia (FGJ) de la Ciudad de México ha logrado identificar a los cabecillas e integrantes del denominado ‘bloque negro‘, grupo responsable de diversos actos violentos y vandálicos en marchas realizadas en la capital del país.
Una investigación consultada revela que la dependencia tiene abiertas 38 carpetas de investigaciónrelacionadas con la participación de este grupo. El ‘bloque negro’ no solo está compuesto por la comunidad estudiantil, sino también por exalumnos, integrantes de grupos de vivienda joven, y presuntos anarquistas y radicales.
Identificación y Órdenes de Captura
La investigación establece que se tienen identificados a 31 presuntos responsables de agresiones ocurridas en manifestaciones clave, incluyendo la del 2 de octubre y la marcha contra la gentrificación del 21 de julio de este año.
Agentes de la Policía de Investigación (PDI) obtuvieron imágenes y videos de cámaras de seguridad y fuentes abiertas para la identificación, ubicando a los sujetos en un organigrama.
Los identificados también son señalados como responsables de amenazas de bomba en la UNAM, donde se presume la participación de alumnos de esa casa de estudios.
Hasta el momento, un juez de control ha girado cinco órdenes de aprehensión, de las cuales tres son contra sujetos que atracaron negocios. Una de estas órdenes es contra Juan Carlos Contreras Martínez, presunto integrante de una banda dedicada al robo y detenido tras el asalto a la joyería Bizarro el 2 de octubre.
Composición y Vínculos Criminales
La FGJ ha dividido a los identificados por suceso, ubicando a 14 personas en la marcha del 2 de octubre y a tres en la manifestación contra la gentrificación, además de tres objetivos por las amenazas de bomba.
Los análisis de la Fiscalía indican que en el ‘bloque negro’ participan presuntas comunidades estudiantiles de la UNAM, la UAM, el IPN y la UACM.
Preocupa que en este grupo se han inmiscuido bandas y pandillas del Centro Histórico, que han utilizado estas expresiones violentas para cometer robos a establecimientos, evidenciando una instrumentalización de las protestas para fines criminales.