La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) emitió un enérgico pronunciamiento, alertando sobre la grave crisis de violencia que vive el país, la cual, según sus líderes, desmiente las cifras oficiales que pregonan una disminución de la delincuencia.
El mensaje fue difundido el domingo 16 de noviembre, tras la Asamblea CXIX de obispos. Monseñor Ramón Castro Castro, obispo de Cuernavaca y presidente de la CEM, fue la voz de la denuncia, asegurando que los asesinatos, desapariciones y extorsiones están en aumento y causan estragos en la vida de las familias mexicanas.
Denuncia Directa a la Realidad Nacional
El obispo Castro Castro utilizó un video en redes sociales para contrastar el discurso gubernamental con la realidad de las comunidades:
“Nos dicen que hay justicia, pero la impunidad sigue marcando nuestra vida diaria. Nos dicen que la economía va bien, pero muchas familias no pueden llenar la canasta básica. Nos dicen que se respetan las libertades, pero quienes piensan distinto son señalados y descalificados,” expresó.
El líder del Episcopado advirtió que las extorsiones son cotidianas, las comunidades sufren desplazamientos forzados, los jóvenes carecen de esperanza y los migrantes caminan bajo amenaza. Recalcó que la Iglesia ha lamentado la muerte de sacerdotes y agentes de pastoral.
“Ante tanto dolor, no podemos callar. Hablamos no por odio ni por resentimiento, sino por amor, porque amamos a este pueblo, porque amamos a nuestra nación,” afirmó Monseñor Castro.
La Familia como Corazón de la Sociedad
El Episcopado subrayó que la familia es el núcleo de la sociedad, y que una nación que no la protege “se desprotege a sí misma”. Por ello, hicieron un llamado a:
- Fortalecer los hogares.
- Acompañar a los padres.
- Cuidar a los jóvenes frente a ideologías que «confunden y dividen».
Monseñor Héctor Mario Pérez Villarreal, obispo auxiliar de México y secretario general de la CEM, complementó el mensaje, pidiendo a los fieles mantener la esperanza y la fe, señalando que la ruta jubilar del 2025 al 2033 es un camino para construir el «México que Dios anhela».