La tensión diplomática entre Perú y México ha escalado a un punto crítico después de que José Jerí, el presidente de facto de Perú, sugiriera la posibilidad de asaltar la embajada mexicana en Lima para detener a la ex primera ministra Betssy Chávez, a quien México concedió asilo.
En entrevista con el diario El Comercio, Jerí fue cuestionado sobre si replicaría la acción de Daniel Noboa en Ecuador, quien ordenó el asalto a la embajada mexicana en abril de 2024. Ante la pregunta, el mandatario peruano, designado tras la destitución de Dina Boluarte, respondió con una advertencia:
“No me limito y, si tiene que ingresarse a la embajada mexicana, se hará. He demostrado con acciones concretas, que muchos no se lo esperaban, que no me tiembla la mano.”
Contexto Legal y Asilo
La declaración de Jerí se produce después de que la justicia peruana dictara cinco meses de prisión preventiva contra Chávez el pasado viernes. La ex primera ministra, que sirvió bajo el depuesto presidente Pedro Castillo, se encuentra refugiada en la sede diplomática mexicana.
Perú rompió relaciones con México a principios de este mes tras la concesión de asilo a Chávez. No obstante, la Convención de Caracas (sobre asilo) obliga al país asilante (México) a determinar si el solicitante cumple las condiciones, y al país territorial (Perú) a otorgar el salvoconducto para que el asilado pueda salir del país.
Perú alega, sin fundamento, que Chávez está acusada de un delito común y que el asilo se ha usado de forma «indebida», un argumento que Jerí califica como una «estrategia de defensa totalmente alejada de la realidad.»
Repercusiones Internacionales
El presidente de facto peruano se mostró desafiante ante las posibles consecuencias internacionales de un asalto a la legación diplomática, un acto que violaría la soberanía y las normas de la Convención de Viena.
Al ser recordado que el mandatario de Colombia, Gustavo Petro, indicó que un asalto llevaría a Bogotá a retirar su representación de Lima, Jerí desestimó la advertencia: “A palabras necias, oídos sordos.”
Finalmente, respecto al futuro de las relaciones con México, Jerí afirmó que no permitirá la «injerencia» en las decisiones autónomas de Perú, sugiriendo que la tensión con México se debe a los «excesos» permitidos por otros presidentes.