Un estudio internacional de gran relevancia, publicado hoy en la revista Current Biology, ha revolucionado la comprensión sobre la evolución del vuelo en los vertebrados. La investigación, en la que participa el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC), demostró que los pterosaurios, los primeros vertebrados capaces de alzar el vuelo hace más de 220 millones de años, desarrollaron esta capacidad con un volumen cerebral modesto. Este hallazgo refuta la suposición de que el vuelo exige necesariamente una ampliación masiva de la corteza cerebral para coordinar la compleja información sensorial y motora.
La Evidencia del Arcosaurio Lagerpétido Ixalerpeton
El estudio se basó en el descubrimiento y análisis del arcosaurio Ixalerpeton, un reptil pariente de los pterosaurios. Mediante el mapeo y el análisis estadístico tridimensional de sus endocasts craneales (modelos del interior del cráneo), los científicos pudieron rastrear los cambios neurológicos progresivos que acompañaron el desarrollo del vuelo. Aunque los pterosaurios y las aves (que evolucionaron después) compartieron algunas similitudes neurológicas, como la ampliación de ciertas regiones cerebrales implicadas en la integración sensoriomotora, la conclusión principal es que la evolución cerebral necesaria para volar fue distinta y más eficiente en los pterosaurios de lo que se creía.
Este descubrimiento es crucial para la paleontología, ya que demuestra la existencia de múltiples caminos evolutivos hacia el vuelo y sugiere que la naturaleza puede lograr hazañas complejas con adaptaciones cerebrales menos costosas energéticamente. El hallazgo abre nuevas líneas de investigación para comprender cómo la vida conquistó los cielos a través de diferentes estrategias evolutivas.
