El diputado local Enrique Correa afirmó que el Partido Acción Nacional atraviesa un proceso de transformación interno para responder a la realidad social del país y dejar atrás el modelo tradicional con el que fue fundado en la década de 1930. Según explicó, esta evolución implica tensiones y dudas, pero también la oportunidad de modernizar la visión y la estructura del partido.
Correa señaló que el PAN debe representar a la sociedad actual y no a los liderazgos internos, y reconoció el impulso que, dijo, ha dado la dirigencia nacional para promover estos cambios. En Querétaro, aseguró, el partido mantiene cercanía con los distintos sectores sociales, lo que le ha permitido conservar su competitividad electoral.
Sobre las críticas que señalan que el PAN ha perdido sus causas tradicionales, Correa explicó que Querétaro enfrenta una dualidad derivada de su alta competitividad económica. Dijo que este dinamismo genera prosperidad, pero también desigualdades, por lo que el PAN debe transitar hacia un enfoque más solidario, especialmente con los grupos que no cuentan con herramientas para competir en igualdad de condiciones. Advirtió que, de no atender esta realidad, podrían formarse “dos sociedades”: una desarrollada y otra rezagada.
Respecto a señalamientos sobre la influencia de grupos o familias en la política queretana, el diputado rechazó que exista una concentración del poder de ese tipo y afirmó que el fenómeno ocurre en cualquier parte del mundo por la presencia histórica de grupos empresariales y políticos, pero que ello no determina las decisiones del PAN.
Sobre los desacuerdos internos entre figuras como Francisco Domínguez y Guillermo Vega, Correa reconoció que existen opiniones distintas, pero consideró que esta diversidad no debilita al partido. Aseguró que ambos liderazgos han demostrado en el pasado capacidad para trabajar juntos por Querétaro, aun sin coincidencias personales. Enfatizó que la pluralidad interna es una fortaleza y que “querer que todos piensen igual suena más a Morena”.
Al hablar sobre las diferentes posiciones dentro del PAN respecto a temas como la designación de fiscal federal, Correa insistió en que las diferencias no representan divisiones irreconciliables, sino la naturaleza democrática del partido. Recalcó que en Acción Nacional debe existir libertad de opinión y participación sin restricciones.
Sobre la competencia interna rumbo a la definición de la candidatura a la gubernatura, consideró que todos los aspirantes —incluido el alcalde de la capital, Felipe Macías— enfrentan retos particulares, pero destacó que cada uno construye su camino. Asimismo, defendió la actuación pública del hijo del exgobernador Francisco Domínguez, de quien aseguró que está “haciendo su trabajo” y que cualquier oportunidad que obtenga será por méritos propios.
Finalmente, el diputado reiteró su postura respecto al aborto, señalando que su voto ha sido consistente y que actúa conforme a sus convicciones. Cuestionó la congruencia de legisladores de Morena en este tema, a quienes acusó de sostener discursos distintos según el público al que se dirigen.
Correa concluyó que su apuesta política es la conciliación y el diálogo, y afirmó que el PAN en Querétaro debe seguir siendo un referente democrático frente al escenario nacional.