El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, envió una carta al secretario general de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), Haitham Al Ghais, y a todos los países miembros (OPEP y OPEP+), denunciando lo que calificó como «ilegales amenazas» de Estados Unidos.
En la misiva, leída por la vicepresidenta Delcy Rodríguez, Maduro acusa a Washington de pretender “apoderarse de las vastas reservas de petróleo de Venezuela, las más grandes del planeta, por medios del uso de la fuerza militar total.”
Despliegue Militar y Medidas Coercitivas
Maduro detalló que el despliegue militar de Estados Unidos en la región del Caribe incluye:
- 14 barcos de guerra.
- 15 mil efectivos militares.
El presidente venezolano afirmó que estas unidades han realizado misiones de vuelo y navegación peligrosamente cerca de su territorio con el “objetivo declarado de hacer efectiva una operación militar”en su contra.
Además, la misiva reitera que las “medidas coercitivas unilaterales, ilegales y arbitrarias” de EE. UU. buscan desestabilizar la industria petrolera venezolana y forzar un “cambio inconstitucional de gobierno”, incluyendo el impedimento de la libre circulación de buques petroleros venezolanos.
Alerta por la Estabilidad Energética Internacional
Maduro solicitó los buenos oficios de la OPEP+ para que el gobierno de Washington desista de sus “intenciones guerreristas”, advirtiendo que esta agresión “pone en grave peligro la estabilidad y la seguridad energética internacional”.
El mandatario concluyó la carta asegurando que Venezuela “no sucumbirá a ningún tipo de chantaje o amenaza”.
Asamblea Nacional Investigará Asesinatos en el Caribe
De manera paralela a esta denuncia, la Asamblea Nacional (AN) de Venezuela solicitó al Ministerio Público abrir una investigación formal sobre los asesinatos cometidos por militares estadounidenses en el Caribe, en los cuales han resultado víctimas pescadores venezolanos de la población de Güiria.
El presidente de la AN, Jorge Rodríguez, denunció que las familias de las víctimas han recibido amenazas para que no denuncien que los pescadores eran honestos y no tenían vínculos con el narcotráfico, la excusa esgrimida por Washington para disparar a las lanchas en movimiento.
