El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ha validado la primera elección para jueces y magistrados, un proceso que representa un hito en la historia del sistema de justicia mexicano. La decisión, sin embargo, se tomó de manera dividida, lo que ha generado debate y ha puesto en evidencia las tensiones que rodean a esta nueva forma de designación.
La elección, que se llevó a cabo el pasado 1 de junio, permitió a los ciudadanos votar por 98 jueces, 34 magistrados y 5 integrantes del Tribunal de Disciplina Judicial. El proceso ha sido calificado como un paso hacia la democratización del poder judicial, pero también ha enfrentado críticas por su complejidad y por los presuntos intentos de deslegitimación, como el uso de «acordeones» para orientar el voto.
La validación por parte del TEPJF, aunque afianza el resultado, subraya la falta de consenso total entre los propios juzgadores, quienes han expresado preocupaciones sobre el diseño del proceso y sus implicaciones a largo plazo. Este veredicto marca un precedente crucial y abre la puerta a un análisis más profundo sobre la viabilidad y los desafíos de las futuras elecciones judiciales en el país.
