El gobierno de China ha reaccionado de forma negativa a la propuesta de México de imponer un arancel de hasta 50% a la importación de autos ligeros y otros productos provenientes de países sin tratados de libre comercio, una medida que afecta principalmente a naciones asiáticas.
La iniciativa, presentada por la Secretaría de Economía de México, busca proteger a sectores estratégicos como el automotriz, textil y siderúrgico. Sin embargo, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Lin Jian, calificó la política como coercitiva y contraria a los principios del comercio global, y urgió a México a actuar de manera responsable.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, defendió la propuesta en su conferencia de prensa del 11 de septiembre, explicando que es una medida para fortalecer la economía mexicana y forma parte del llamado Plan México. Sheinbaum mencionó que ya ha dialogado con embajadores de países afectados, como China y Corea del Sur, para explicar que el objetivo es fomentar la producción nacional y no generar un conflicto comercial.
Contexto de la Decisión
La medida mexicana responde al rápido crecimiento de marcas chinas en el mercado local. Según la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), China ya ocupa el 30% del mercado de autos ligeros en México, con marcas como BYD, Changan y MG.
La Secretaría de Economía de México sostiene que el aumento arancelario busca establecer un «equilibrio competitivo» y proteger a la producción local de importaciones de bajo costo. La propuesta, de ser aprobada por el Congreso, impactaría a naciones como India, Rusia, Tailandia y Turquía, además de China y Corea del Sur.