Un reporte del The Wall Street Journal (WSJ) ha revelado un cambio sísmico en el mapa del narcotráfico: el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y su líder, Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho,” se han consolidado como la organización criminal más poderosa del mundo. Según la publicación del 16 de septiembre, el CJNG ha arrebatado el trono al Cártel de Sinaloa (CDS) gracias a la crisis interna de su rival y un cambio en el mercado de drogas de EE. UU.
Según Derek Maltz, exjefe de la DEA, “El Mencho es el narcotraficante más poderoso que opera en el mundo”, y su ascenso coincide con un resurgimiento en el consumo de cocaína en Estados Unidos. La investigación del WSJ detalla que la ofensiva de la administración Trump contra el fentanilo, que puso en la mira a los principales traficantes del Cártel de Sinaloa, abrió una oportunidad para que el CJNG expandiera su control sobre el lucrativo tráfico de cocaína.
La Crisis del Cártel de Sinaloa y un Pacto Clave
Mientras el mercado cambiaba, el Cártel de Sinaloa enfrentaba una violenta crisis interna tras la captura de su cofundador, Ismael “El Mayo” Zambada. La lucha de poder entre sus facciones debilitó la estructura del cártel y obligó a “Los Chapitos,” los hijos de “El Chapo” Guzmán, a buscar un pacto con el CJNG.
De acuerdo con el WSJ, ambas organizaciones acordaron una división de negocios: “Los Chapitos” se quedarían con el tráfico de fentanilo, mientras que “El Mencho” controlaría el negocio de cocaína y metanfetamina. A cambio, el CJNG obtuvo acceso a rutas de contrabando y túneles en la frontera, una infraestructura vital que antes debían pagar para usar.
El Poder de “El Mencho” Más Allá de las Drogas
El dominio del CJNG no se limita al narcotráfico. El cartel impone “impuestos” a productos básicos como tortillas y pollo en los estados bajo su control. Además, obtiene ganancias de contratos municipales de construcción y del mercado negro de combustible. Este poder económico, combinado con una formidable fuerza de seguridad personal para “El Mencho,” ha consolidado su posición como uno de los objetivos prioritarios para las autoridades de México y Estados Unidos.
