La fiscal estadounidense Pamela Bondi acusó al Cártel de Sinaloa de financiar el terrorismo en Estados Unidos a través del tráfico de drogas. La declaración se dio en el contexto de la acusación formal contra 26 de los líderes de la organización por tráfico de fentanilo, metanfetaminas, cocaína y lavado de dinero. En su perfil de X, Bondi afirmó que la acusación «representa un duro golpe a la infraestructura de esta organización terrorista».
Golpe a una ‘organización terrorista’
Como parte de la estrategia de seguridad «Recuperemos América» impulsada por la Administración para el Control de Drogas en EEUU (DEA), se logró el arresto de 15 de los 26 acusados. La operación, que se intensificó durante la administración del presidente Donald Trump, busca desmantelar la infraestructura de los cárteles. El fiscal federal para el distrito sur de Illinois calificó al Cártel de Sinaloa como una «organización criminal despiadada».
Una nueva estrategia contra el crimen organizado
La iniciativa impulsada por el presidente Trump permite a las autoridades federales designar a organizaciones como el Cártel de Sinaloa como una Organización Terrorista Extranjera (OTE). Esto habilita la imposición de penas más severas cuando se demuestra la relación entre el narcotráfico y el financiamiento al terrorismo. La investigación para lograr las detenciones fue respaldada por el Servicio de Impuestos Internos (IRS) e Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI).
