Al conmemorar su primer año de administración con un acto masivo en un pletórico Zócalo de la Ciudad de México, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo enfatizó que la corrupción se terminó en el país y que la honestidad es la nueva regla para el ejercicio del poder.
En un mensaje de 55 minutos, la mandataria lanzó una advertencia clara: «quien robe al pueblo, enfrenta la justicia.»
La Honestidad Como Regla y el Fin de la Corrupción
Sheinbaum Pardo contrastó su gobierno con lo que llamó la «oscura noche del neoliberalismo,» donde, según afirmó, los presidentes estaban «rodeados de lujos» y se construían fortunas al amparo del poder.
«Los conservadores quisieran que olvidáramos cómo se vivía antes… pero eso se acabó, porque en este México nuevo la honestidad no es la excepción, es la regla, y quien robe al pueblo, enfrenta la justicia,» sentenció.
La presidenta citó un dato de la recaudación para respaldar su afirmación: «en 2025, nuestra estimación es que, sin haber subido impuestos, en comparación con el año pasado, estaremos recaudando 500 mil millones [de pesos] más de presupuesto para la gente.»
Defensa de la Ley de Amparo y Legado de AMLO
La jefa del Ejecutivo aprovechó el foro para argumentar en favor de la reforma a la Ley de Amparo que se analiza en el Congreso, afirmando que su objetivo es evitar que se use como «resguardo de por vida» de los potentados que no quieren pagar sus impuestos. Aseguró que la reforma no vulnera los derechos de los ciudadanos, sino que busca hacer la impartición de justicia más expedita.
Respecto al expresidente Andrés Manuel López Obrador, Sheinbaum rechazó enfáticamente las versiones de un posible rompimiento con su antecesor:
«Se han empeñado en separarnos, en que rompamos… pero eso no va a ocurrir, porque compartimos valores, honestidad, justicia y amor al pueblo de México; porque compartimos proyecto: el humanismo mexicano.»
La presidenta refrendó su compromiso con el proyecto de la Cuarta Transformación (4T) y el bienestar del pueblo, declarando: «por más duras que sean las presiones, nosotros sólo hacemos reverencia a uno solo: al pueblo de México. Que se diga bien y que se oiga lejos: ¡En México el que manda es el pueblo!«
