El consultor político Juan Carlos Espinosa Larracoechea consideró que la renuncia de Alejandro Gertz a la Fiscalía General de la República marca un punto de inflexión en el inicio del sexenio y envía un mensaje de reconfiguración en el equipo de seguridad y justicia del gobierno federal. Señaló que la decisión refleja “la mano” de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien —afirmó— ha mostrado un rumbo claro y busca conformar un equipo alineado a su propio estilo de gobierno.
Espinosa destacó que, pese a interpretaciones que apuntaban a un signo de debilidad, la aprobación de Ernestina Godoy como nueva fiscal, con una votación abrumadora en el Senado, representa lo contrario: un voto de confianza a la presidenta y un impulso para consolidar un equipo de alto desempeño. Subrayó también que el respaldo de senadores de oposición refuerza la percepción de que Godoy cuenta con un perfil adecuado para asumir el cargo.
El consultor añadió que la experiencia previa entre Godoy y Omar García Harfuch, quienes trabajaron juntos en la Ciudad de México, podría ser relevante ante los retos de seguridad nacionales. Sin embargo, reconoció que las condiciones del país presentan desafíos mayores.
Entre los tres retos principales de la nueva fiscalía, mencionó: fortalecer la investigación para evitar que casos se caigan por debilidades procesales; acelerar los tiempos y la eficiencia institucional; y combatir la corrupción interna para generar confianza y resultados tangibles.
Finalmente, Espinosa aseguró que el relevo en la FGR era necesario y que, aunque las expectativas son altas, la presidenta se fortalece al enviar un mensaje de atención directa a los problemas más sensibles del país: justicia y seguridad.
