La presidenta municipal de Cadereyta, Astrid Ortega, afirmó que la relación con el gobierno estatal atraviesa dificultades derivadas, según dijo, de diferencias en las formas de trabajo y en la orientación de políticas públicas. Ortega señaló que su administración opera “a ras de piso”, en contraste con lo que describió como un modelo estatal más protocolario y con mayor distancia respecto a la ciudadanía.
La alcaldesa sostuvo que dicha diferencia ha generado comparaciones entre la población, especialmente en temas como costos de obra pública, inversión social y cercanía con la comunidad. Ejemplificó que su gobierno realiza empedrados con costos de entre 800 y 900 pesos por metro cuadrado, mientras que—según dijo—obras estatales similares superan los 2,000 pesos.
Ortega recordó que el inicio de 2025 estuvo marcado por una huelga de 50 días y por presiones presupuestales. Afirmó que, pese a un presupuesto anual de 472 millones de pesos, su administración ha avanzado en educación, infraestructura y apoyos al sector agropecuario. Señaló que este último operaba con medio millón de pesos en administraciones anteriores y que ahora supera los cuatro millones.
Respecto a la reunión reciente con el gobernador, aseguró que no se trató de un encuentro de trabajo y que no se le permitió ingresar equipos ni documentos. Dijo que el formato de la reunión y la exigencia de una fotografía oficial derivaron en un desacuerdo que consideró un acto de violencia política. Mencionó que en espacios públicos el trato ha sido distinto y que percibe una diferencia entre la conducta privada y la pública del mandatario.
Al ser cuestionada sobre si el conflicto afecta al municipio, Ortega afirmó que la población no ha sido desatendida por su administración y proyectó que, tras el episodio, el gobierno estatal probablemente incrementará apoyos en Cadereyta, incluso sin involucrar a la presidencia municipal.
Sobre su gestión, aseguró cumplir alrededor del 70% de los compromisos planteados y anticipó que el resto será atendido en los dos años siguientes. Reconoció la existencia de oposición política, aunque señaló que las críticas en redes sociales no representan un factor determinante para su gobierno.
Cuestionada sobre aspiraciones futuras, Ortega afirmó que no busca la reelección y que cualquier posible candidatura dependería de decisiones de su partido y de la ciudadanía. Añadió que no tiene una intención personal de construir carrera política prolongada, aunque no descartó participar si se le solicita.